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“Llegaron los verdaderos dueños de la tierra”

8 de octubre de 2022


“Llegaron los verdaderos dueños de la tierra”: Luego de 23 años, Comunidad de Mezcala recupera tierras despojadas

Luego de más de 23 años de lucha, el pueblo indígena de Mezcala, Jalisco, recuperó el territorio que les fue despojado de manera ilegal por el empresario Guillermo Moreno Ibarra en 1999.

La recuperación de estas 10 hectáreas representa un logro histórico de la lucha comunitaria indígena en el país; por ello, las y los comuneros anunciaron que este lugar ahora será destinado para crear una universidad que ofrezca educación a las y los jóvenes de la ribera del Lago de Chapala.

Texto y fotografías: Mario Marlo / @Mariomarlo


Después de más de 23 años de lucha, este 4 de octubre ,el pueblo de Mezcala de la Asunción, Jalisco, recuperó 10 hectáreas que habían sido invadidas ilegalmente, en 1999, por el empresario Guillermo Moreno Ibarra.


Desde muy temprana hora, comuneras, comuneros y autoridades indíhenas y agrarias se reunieron en la Casa Comunal para ejecutar la orden emitida, el pasado 28 de octubre de 2021, por el Tribunal Superior Agrario, donde se ordenó la restitución de las tierras comunales.

Con la consigna: “La tierra no se vende, se trabaja y se defiende” alrededor de las 10 horas, el pueblo coca comenzó su trayecto hacia la cima del cerro El Pandillo, lugar al que no habían podido ingresar desde hace más de dos décadas debido a que el empresario Guillermo Moreno Ibarra mantenía hombres armados en el lugar.

“Llegaron los dueños de esta tierra, este proceso es histórico, una gran victoria para el pueblo de Mezcal. Ganamos esta lucha que emprendimos pero sigue la lucha por que este empresario tiene todavía más tierras invadidas. Gracias a los periodistas, a los defensores y a todos los que nos apoyaron en esta lucha que fue un calvario”, expresó Vicente Paredes, comunero de Mezcala.

Cerca de las 12 horas, acompañados de la Guardia Nacional y autoridades agrarias, la comunidad de Mezcala ingresó a la zona donde el empresario tapatío había construido una lujosa cabaña con vista al Lago de Chapala.



Asombrados, la comunidad ingresó al lugar donde encontró varios artículos de lujo que los empleados del empresario no lograron llevarse antes de que iniciara la restitución del territorio a la comunidad.

Con alegría, la comunidad festejó este logro que se construyó a lo largo de 21 años de lucha. Ahí anunciaron la construcción de una universidad donde jóvenes de las comunidades ribereñas del Lago de Chapala puedan estudiar.


Una lucha ejemplar

La comunidad de Mezcala de la Asunción, ubicada en la ribera del Lago de Chapala, en el municipio de Poncitlán, es dueña de 3 mil 602 hectáreas, según un documento oficial emitido el 5 de febrero de 1534, el cual fue ratificado por el gobierno Mexicano, el 18 de agosto de 1971.


Según historiadores, la comunidad de Mezcala se ha enfrentado desde sus orígenes a, por lo menos, cuatro invasiones de las cuales, sus habitantes han salido airosos, esto gracias a la organización y lucha comunitaria.

La última de ellas, fue la que emprendieron, desde 1999, en contra Guillermo Moreno Ibarra, empresario que ocupó ilegalmente 10 hectáreas del cerro El Pandillo, lugar sagrado de Mezcala.


A pesar de que desde las autoridades comunales demostraron en el Tribunal Unitario Agrario que la comunidad era dueña del territorio, el empresario inició una campaña de criminalización e intimidación de las autoridades indígenas; así mismo comenzó una serie de artilugios legales para quedarse con el territorio.


Sin embargo, gracias a el trabajo de la comunidad indígena de Mezcala , se logró que el 29 de octubre de 2021, el Tribunal Superior Agrario en la Ciudad de México, ordenara la restitución de las tierras comunales ocupadas por Guillermo Moreno Ibarra.


A más de un año de esta sentencia, este martes 4 de octubre de 2022, las autoridades agrarias hicieron la restitución de las tierras a sus dueños originales: la comunidad indígena de Mezcala de la Asunción.

Esto constituye un hecho histórico no sólo para las comunidades indígenas de Jalisco, sino también para las del todo el país, pues es una bocanada de esperanza para todas y todos aquellos pueblos indígenas que han sido despojado de sus territorios.



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