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Veinte comunicados zapatistas sobre tormenta, autonomĂ­a y lo comĂșn

2 de febrero de 2024

Por Enrique DĂĄvalos


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En noviembre y diciembre de 2023, el EZLN publicó 20 comunicados que han sorprendido a seguidores, aliados y enemigos. En estos comunicados desarrollan su visión dando numerosos e importantes elementos de cómo la tormenta avanza envolviendo al mundo, a México y al estado de Chiapas. Asimismo, nos explican cómo las comunidades maya zapatistas se estån preparando para enfrentar la tormenta, informando sorpresivamente del desmantelamiento de las Juntas de buen gobierno y los Municipios autónomos zapatistas, a la vez que presentando  la nueva estructura de la autonomía zapatista. 


Para tod@s aquell@s que firmaron la DeclaraciĂłn por la vida (diciembre 2021), los comunicados zapatistas invitaban a festejar el aniversario 30 y 40 del movimiento a la vez que ofrecĂ­an lineamientos y sugerencias sobre cĂłmo analizar, enfrentar y sobrevivir la tempestad. Siguiendo el diĂĄlogo que han abierto por años con colectivos, pueblos y personas de MĂ©xico y el mundo, en estos comunicados, el EZLN no presenta un programa ni pretende “tirar lĂ­nea” sobre cĂłmo luchar. Sin embargo, sus propuestas y sugerencias son extremadamente profundas, sugestivas y originales para sentipensar quĂ© hacer frente una civilizaciĂłn capitalista en crisis que se derrumba amenazando con aplastarnos y asesinarnos. El mensaje no es optimista pero tampoco acepta un colapso sin remedio. “La sola posibilidad, mĂ­nima, Ă­nfima, improbable hasta un porcentaje ridĂ­culo, de que las resistencias y rebeldĂ­a coincidan, hace trastabillar a la mĂĄquina”, escribe el CapitĂĄn Marcos en el Comunicado # 14.


La riqueza de los 20 comunicados es tremenda y nuestra invitaciĂłn es pues a leerlos y estudiarlos en Enlace Zapatista. AquĂ­ tan solo presentamos notas sobre algunos de conceptos que nos llaman la atenciĂłn: la tormenta, la propuesta que Marcos llama “el tercero excluido”, y la construcciĂłn de una nueva forma de autonomĂ­a centrada en “lo comĂșn”.  Antes, permĂ­tanos presentar los 20 comunicados. 


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Los 20 comunicados


El primero y el segundo arrancan discutiendo la situaciĂłn mundial a travĂ©s del poema de RubĂ©n DarĂ­o, Los motivos del lobo. ContemporĂĄneos del inicio de la etapa actual del genocidio contra el pueblo palestino que ha conmovido al mundo, estos comunicados introducen un lenguaje alegĂłrico comunicable e inclusivo entre pueblos que resisten en geografĂ­as, culturas, lenguajes y cosmovisiones distantes. El #3 propone un objetivo para el movimiento: posibilitar que Deni, una niña que ha de nacer dentro de 120 años, crezca como una chica libre y responsable. En el #4 vemos avanzar la tormenta en Chiapas de la mano del gobierno y su “crimen desorganizado” a la vez que sorpresivamente anuncian la desapariciĂłn de los municipios autĂłnomos (MAREZ) y las juntas de buen gobierno (JBG) e nos invitan a la celebraciĂłn por el 30/40 aniversario del EZLN. El #5 despedaza a periodistas y analistas que leyendo el #4 anuncian el supuesto fracaso del zapatismo. El #6 es un gran reconocimiento a las mujeres buscadoras de personas desaparecidas. Con razĂłn explica que su crecimiento es el mejor indicador del fracaso de “una propuesta polĂ­tica en el poder”. Y sugiere redirigir la lucha buscando a las buscadoras. El #7 anuncia el regreso de Don Durito con inteligencia artificial (AI) y publicita la pelĂ­cula Blue Beetle. El #8 sigue los pasos del Popol Vuh presentando a la diosa IxmucanĂ© como madre del esfuerzo que permitiĂł en colectivo comprender la importancia de lo comĂșn. El #9 presenta  la nueva estructura de la autonomĂ­a zapatista. El #10 es un anĂĄlisis crĂ­tico de los MAREZ y las JBG. El #11 es un precioso video donde las zapatistas aprenden a andar en bicicleta y a potenciar su movilidad. 


En el #12 MoisĂ©s, entrevistado por Marcos, mira con optimismo al porvenir: “¿Por quĂ© decimos que a la pesadilla que ya estĂĄ, y que no harĂĄ sino empeorar, seguirĂĄ un despertar? Bueno, porque hay quienes, como nosotros, estamos empeñados en mirar esa posibilidad. MĂ­nima, es cierto. Pero todos los dĂ­as y a todas horas, en todas partes, luchamos porque esa mĂ­nima posibilidad vaya creciendo y, aunque pequeña y sin importancia -como una semilla diminuta-, crezca y, algĂșn dĂ­a, sea el ĂĄrbol de la vida que serĂĄ de todos los colores o no serĂĄ.”


En el #13, “Dos partidos de futbol y una misma rebeldĂ­a” vemos al Comando Palomitas y a un equipo en Chipre “siguiendo la antigua y probada regla zapatista de ÂŽNo juegues con las reglas del enemigo®”. El #14 ofrece la segunda alerta de aproximaciĂłn y la regla del tercero excluido que presentaremos mĂĄs abajo. El #15 es otro impresionante video con imĂĄgenes de trabajos artesanales de insurgentas e insurgentes en preparativos para la celebraciĂłn de los 30 años del inicio de la guerra contra el olvido. En el #16 las “jĂłvenas y jĂłvenes zapatistas practican un bailable-teatro-cumbiero para la celebraciĂłn de los 30 años.” El #17 y #18 discuten el significado y la importancia de la memoria, la rabia y la digna rabia para la rebeldĂ­a y la lucha. 


Un video en el #19 es como el trĂĄiler de una obra donde jĂłvenes zapatistas escenifican cĂłmo sus cultivos son destruidos por el Tren llamado Maya para que luego un humo tĂłxico –metĂĄfora de la contaminaciĂłn- mate a todos, los de arriba y l@s de abajo, mientras un muchacho y una niña logran escapar corriendo rumbo al porvenir. Finalmente, en el #20, “El ComĂșn y la No Propiedad” el SupMoi se dedica a explicar la concepciĂłn y la naturaleza de la propuesta zapatista por “lo comĂșn”; “la base material sobre la que se construirĂĄ la nueva etapa que han decidido las comunidades zapatistas.”  


AdemĂĄs, los comunicados son acompañados por imĂĄgenes que aparecen como un nuevo gĂ©nero del arte zapatista. Son composiciones donde en su mayorĂ­a contrastan un mundo gris y tenebroso con un futuro verde y luminoso. En varias de las composiciones, la niña DenĂ­ contempla un entorno destruido, contaminado, en ruinas que parecen extraĂ­das de los bombardeos en Gaza, azotado por una naturaleza enferma y enfurecida. En contraste aparecen las grietas, unas ranuras que permiten entrever otra realidad llena de color y naturaleza saludable. En el Ășltimo comunicado, DenĂ­ ha cruzado la grieta y se encamina hacia el porvenir o el despertar. La bandera palestina ondea en su bicicleta. Estas obras de diseños grĂĄficos no traen crĂ©ditos. 


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La tormenta


La tormenta es sin duda uno de los concepto centrales en los 20 comunicados. Como bien sabemos,  el EZLN ha insistido en explicar la situaciĂłn tĂĄctica del mundo actual con la metĂĄfora de la tormenta. En el #12, SupMoi insiste: “Y esto es importante porque ya tenemos encima la tormenta. La misma de la que advertimos hace casi 10 años. Lo primero que vemos es que la destrucciĂłn viene mĂĄs rĂĄpido. Lo que pensamos que pasarĂ­a dentro de 10 años, ya estĂĄ aquĂ­.” Mencionada en mĂșltiples comunicados, quizĂĄs donde mĂĄs se desarrolle sea en #3, #4, #14 y #20. 


En los comunicados, la tormenta tiene muchos aspectos; solo me referiré a cuatro de ellos: la inconformidad de la naturaleza, el desgarramiento del tejido social y la violencia que le acompaña, la cultura de la inmediatez, y la rabia-insolencia-rebeldía que todo esto provoca.  


Naturaleza inconforme


La naturaleza estĂĄ inconforme, nos dice MoisĂ©s en #20. “Su forma de protestar, cada vez mĂĄs fuerte y cada vez mĂĄs terrible... Y el ser humano, bueno, lo que el sistema ha hecho con el ser humano es que estĂĄ como pasmado.  No reacciona.” Una de las consecuencias mĂĄs inmediatas es que el calendario viene chueco. 


“Ustedes... saben ya lo que está pasando con la madre tierra porque viven y trabajan en ella. Saben que está cambiando el tiempo. “El clima”, como dicen los ciudadanos. Que llueve cuando no toca, que está la seca cuando no toca. Y así. Saben que las siembras ya no se pueden decidir como nuestros anteriores, porque el calendario viene chueco, cambiado pues.”


“Pero no sĂłlo. TambiĂ©n vemos que los comportamientos de los animales cambiaron, aparecen en zonas que no es su costumbre y en temporadas que no les toca. AquĂ­ y en las geografĂ­as de pueblos hermanos, aumentan los que llaman “desastres naturales”. En una misma geografĂ­a en un lado hay inundaciones y en otro hay sequĂ­a y se quedan sin agua... Como si la madre tierra dijera que hasta aquĂ­ nomĂĄs, que ya no. Como si la humanidad fuera una enfermedad, un virus que hay que sacar afuera vomitando destrucciĂłn.” 

Estamos pasmaos ante el desastre, ciertamente. El año 2023 fue el mås caluroso de la historia y la temperatura promedio estuvo sólo 0.5 grados debajo del fatídico 1.5 marcado por el Acuerdo de París. La sed asecha el futuro inmediato de la megalópolis llamada Ciudad de México y la sequía al 85 por ciento del territorio llamado México. Miles de cabezas de ganado en México han muerto, las cosechas de otoño-invierno han caído hasta 80 por ciento y la energía hidroeléctrica se redujo en 40% todo por la falta de agua. 

 

Desgarramiento del tejido social y la violencia


Otro aspecto de la tempestad, nos dice el Subcomandante insurgente MoisĂ©s en #20, es “lo que llaman la descomposiciĂłn social o que dicen que se rompe el tejido social porque la violencia.” Toda comunidad, nos dice SupMoi, tiene normas, estĂ©n escritas o no. Sus integrantes aprenden quĂ© se permite y quĂ© no, quĂ© comportamiento es correcto y cuĂĄl estĂĄ mal. Pero ÂżquĂ© pasa cuando las cosas son al revĂ©s, cuando “se premia la maldad y se persigue y castiga la bondad”? Eso es lo que pasa en la tormenta. Criminales asesinos, secuestradores y violadores actĂșan con impunidad absoluta y sus fechorĂ­as son recompensadas por la cultura, la mĂșsica y la ley. En cambio, un campesino indĂ­gena que ve que estĂĄ mal la destrucciĂłn de un bosque que “se convierte en su guardiĂĄn... es perseguido, encarcelado y, no pocas veces, asesinado... como el hermano Samir Flores.”

“AhĂ­ se ve claro que el sistema estĂĄ enfermo, que ya no tiene remedio, que hay que buscar por otro lado... ÂżQuĂ© se necesita para darse cuenta de esa enfermedad, de esa podredumbre de la humanidad?... Basta mirar, escuchar, sentir.”


Cultura de la inmediatez


“El capital ha logrado inculcar el inmediatismo y el negacionismo en el cĂłdigo bĂĄsico cultural de los de abajo”, sostiene Marcos en su “hipĂłtesis de la tormenta perfecta” (#14). Este cĂłdigo inmediatista es estructural para el funcionamiento del capitalismo y diametralmente opuesto a lo que racionalmente se necesita para percibir y reaccionar ante la tempestad.  “Vemos que los grandes Mandones, los capitalistas, pues no les importa ya quĂ© pasa mañana. Quieren ganar la paga hoy. Lo mĂĄs que se pueda y lo mĂĄs rĂĄpido posible”, agrega MoisĂ©s (#20): “No importa que les digas ÂŽoyes, pero eso que haces destruye y la destrucciĂłn se contagia, crece, se convierte en incontrolable y regresa a ti.  Como si escupieras para arriba o si orinaras contra el viento.  Se te regresa, puesÂŽ.” Pero igual no escuchan. Resultado: “heredan muerte y destrucciĂłn.” 


En contraposiciĂłn, los pueblos zapatistas preparan una mirada de largo alcance como requisito indispensable para sortear sin perder la humanidad los crecientes desastres. Por eso se plantear ser una “buena semilla” que posibilite que la niña DenĂ­ crezca libre y responsable en 120 años. “Si no miramos a esa niña... dentro de 120 años, entonces no vamos a entender lo que estamos haciendo. No lo vamos a poder explicar a nuestros mismos compañeros. Y mucho menos lo van a entender los pueblos, organizaciones y personas hermanas de otras geografĂ­as.” (#3) 


Rabia y rebeldĂ­a


Mientras la destrucción se profundiza crece también la indignación, la rabia y rebeldía de las y los de abajo. En #5, el Capitån Marcos se burla sarcåsticamente del enojo y miedo de los coletos de San Cristóbal: 


“¡Horror!...Ahora los indĂ­genas ya no bajan la mirada cuando los topas. Te miran como con irreverencia, con desafĂ­o, con rabia, como si nosotros fuĂ©ramos los intrusos y no ellos, como si nosotros fuĂ©ramos los criminales y no ellos. Antes eso sĂłlo lo hacĂ­an los zapatistas, ahora cualquier chamulita te planta cara.” (#5)


La tempestad estå provocando ciertamente todo tipo de reacciones, desde el crecimiento exponencial de mafias criminales y el auge imparable de movimientos neofascistas hasta la rebeldía de personas, colectivos, comunidades y pueblos que se organizan para confrontar la demencia de la bestia capitalista. Cómo empujar para un lado y no para el otro parece ser un dilema de nuestro tiempo.  


La rabia, se pregunta Marcos en #18 “¿en quĂ© momento, se convierte en digna?  ÂżCuĂĄndo empieza a distanciarse del rencor y la venganza?  ÂżSe acerca a la justicia?... ÂżEs la rabia el puente entre el dolor y la rebeldĂ­a? ÂżEn quĂ© momento la angustia, la desesperaciĂłn, la impotencia se convierten en rabia?... ÂżY si todas las rabias tienen una misma raĂ­z y ellas, nosotros -los pueblos-, nos encontramos en esa raĂ­z?... ÂżY si lo que nos une, a pesar de todas las diferencias, es una misma rabia?  ÂżQuiĂ©n habrĂĄ de enfrentarnos?  ÂżQuiĂ©n nos sentenciarĂĄ a la misma derrota de antaño, de ahora, de hoy mismo?  ÂżQuiĂ©n nos amenazarĂĄ con un mañana igual al ayer?”


Dejemos de lado discusiones teĂłricas importantes sobre quĂ© entendemos por “civilizaciĂłn” para concluir que la tormenta se asocia con una profunda crisis civilizatoria. Es decir una crisis de crisis, un entramado de muchas crisis que alimentĂĄndose unas a las otras parecen advertir colapsos prĂłximos. La inconformidad de la naturaleza, el desgarramiento de los tejidos sociales y las violencias que le acompañan, el culto a la inmediatez capitalista y las rebeldĂ­as en ascenso en cada punto del planeta son fuertes expresiones de una crisis tremenda. Una tempestad que el movimiento zapatista advierte, aquilata y, lo mĂĄs esencial, le informa su camino al andar.   


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El tercero excluido


Se trata de un concepto también discutido en los comunicados zapatistas particularmente en el #14. Se trata del qué hacer ante la tormenta. Comprender este concepto es esencial pues una lectura superficial podría malinterpretarlo y convertirlo justo en lo que no es: un mensaje derrotista. 


El Capitán Marcos presenta la siguiente hipótesis: “Ya no hay remedio. Todo se va a la mierda.” Y en una oración, síntesis de visiones colapsistas y novelas distópicas sentencia: “Esa catástrofe no incluye nuestra desaparición, sino algo peor: la extinción de la especie humana. Bueno, al menos tal y como la concebimos hoy.” A continuación Marcos desarrolla varios aspectos de tan demoledora hipótesis a la que nombra “la tormenta perfecta”: La convivencia equilibrada entre el ser humano y la naturaleza es imposible ya; la lógica del capital de la ganancia mayor a la máxima velocidad no tiene pedal de freno produciendo millones de desempleados, migrantes y aspirantes a delincuentes; la crisis de la política no es sino la crisis de alternativas impotentes ante el caos; los estados nación convertidos en una continua border patrol; el neomaltusianismo y sus guerras de exterminio concomitantes reemplazando al neoliberalismo como coartada de una bestia capitalista que así no caduca, sólo se transforma, etc., etc. 


La conclusiĂłn lĂłgica de esta hipĂłtesis aterradora es que las y los de abajo estamos perdidos mĂĄs allĂĄ de una supervivencia atomizada:


“No es posible delinear o construir una alternativa al colapso más allá de nuestra propia supervivencia como comunidades originarias... La mayoría de la población no ve o no cree posible la catástrofe.  El capital ha logrado inculcar el inmediatismo y el negacionismo en el código básico cultural de los de abajo. Más allá de algunas comunidades originarias, pueblos en resistencia y algunos grupos y colectivos, no es posible construir una alternativa que rebase lo mínimo local.”


Sin embargo, y esto es lo esencial, lejos de detenerse en el horror, Marcos encuentra varios “elementos que contradicen la mentada hipótesis en su esencia”: la pandemia que hizo retroceder momentáneamente la destrucción de la tierra y la rebeldía de pueblos guardianes protectores de la naturaleza muestran que “sí es posible la convivencia equilibrada con la naturaleza”. La persistencia de la Sexta y de movimientos acuerpados en la Declaración por La Vida además de muchas más personas en muchas partes que resisten, se rebelan y tratan de encontrarse indican que la hipótesis de “todo se va a la mierda” y “ya no hay remedio” es falsa y hay que reemplazarla por otra hipótesis. 


¿Cómo? Entiendo cada uno de los 20 comunicados como piezas que van formando la arquitectura de una potencial nueva hipótesis de lucha: bicicletas, buscadoras, grietas, autonomías desde abajo, la rabia que nos une, etc., etc. 


Dice Marcos:

“Es necesario buscar.  Y eso nos enseñan las Buscadoras: buscar es una lucha necesaria, urgente, vital.  Con todo en contra, ellas se aferran a la mĂĄs remota esperanza.” 

Pues “la sola posibilidad, mínima, ínfima, improbable hasta un porcentaje ridículo, de que las resistencias y rebeldía coincidan, hace trastabillar a la máquina.”


De eso se trata, de buscarnos desesperadamente en todos los rincones del planeta. Hay que buscarnos, saludarnos, darnos fuerza para sonreĂ­rnos y abrazarnos; unir nuestra misma rabia a pesar de todas las diferencias. Si lo intentamos, “¿QuiĂ©n habrĂĄ de enfrentarnos?  ÂżQuiĂ©n nos sentenciarĂĄ a la misma derrota de antaño, de ahora, de hoy mismo?”   

Sin embargo, una enigmática oración sirve a Marcos de conclusión: la unidad de l@s sentipensares del mundo que luchan por la vida es necesario pero no suficiente para acabar con la bestia capitalista. “No es su destrucción, es cierto.  No todavía.  Las brujas escarlatas serán decisivas.”


ÂżBrujas escarlatas? Ya desde el “300” publicado en 2018 la Bruja Escarlata era mencionada junto a los caracoles y el perro-gato como puntales de la lucha (300. Tercera parte). Asimismo, en “¡Delfines!” publicado en 2021 el SupGaleano explica que, desesperado por los tropiezos casi fatales contra la travesĂ­a del EscuadrĂłn 421 a Europa, invocĂł con Ă©xito a la Bruja Escarlata: 


“Maldije entonces al averno, convoquĂ© a diosas de todas las latitudes, llamĂ© pues a la mĂĄs poderosa de ellas: la bruja escarlata.  Ella, la despreciada por los otros dioses, dados como son al machismo fanfarrĂłn y de espectĂĄculo. Ella, la alejada por las otras diosas, dadas a la belleza falsa de afeites y cosmĂ©ticos. Ella, la bruja escarlata, la bruja mayor: Oh, die scharlachrote Hexe!  Oh, die Ă€ltere Hexe!” 


Ella, diríamos, sacó al buey de la barranca y permitió que el Escuadrón 421 emprendiera su navegación. 


Así pues, El Capitån nos invita a las próximas tareas. Hay que buscar desesperadamente y unir a las fuerzas que luchan por la vida en cada rincón de cada continente; no buscando la hegemonía de un mundo para nosotros sino proponiendo uno donde quepan muchos mundos y donde todo sea para todos. E invocar con el mayor respeto antipatriarcal posible a las brujas escarlatas que han de apuntalar tan titånicas tareas.  


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En comĂșn


En #8, Marcos narra una historia inspirada en el Popol Vuh. En un tiempo cuando la luz se fue y todo era oscuridad, los dioses no atinaban quĂ© hacer; se portaban como machos, lanzaban bravuconadas y proponĂ­an ideas inconexas. La diosa madre IxmucanĂ© actuĂł de otro modo; reuniĂł a la gente, organizĂł la discusiĂłn y asĂ­, en diĂĄlogo colectivo, una soluciĂłn se fue perfilando alrededor de un concepto entre tod@s creados: la idea de “en comĂșn”. En #20, MoisĂ©s afirma que en discusiĂłn colectiva, los pueblos zapatistas hablaron a sus ancestros y concluyeron que el origen de muchos padecimientos y tropiezos era la propiedad privada, y que por tanto ensayarĂ­an lo contario, la propiedad en comĂșn.  


“En resumen Ă©sta es nuestra propuesta: establecer extensiones de la tierra recuperada como del comĂșn.”


Se trata de una modalidad en la tenencia de la tierra inexistente en la legislación mexicana: 

“Ni [propiedad] privada, ni ejidal, ni comunal, ni federal, ni estatal, ni empresarial, ni nada. Como quien dice: “tierra sin papeles”. Si preguntan si es tierra de zapatistas, de partidistas o de quiĂ©n, pues de ninguno de ellos. O de todos, es lo mismo. No hay comisariado o agente a quien comprar, asesinar, desaparecer. Lo que hay son pueblos que trabajan y cuidan esas tierras.  Y las defienden... 


“Esto, asĂ­ muy resumido, es lo que se presentĂł y se consultĂł con todos los pueblos zapatistas. Y saliĂł que la inmensa mayorĂ­a estuvo de acuerdo. Y tambiĂ©n que, en algunas regiones zapatistas, ya se estaba haciendo desde hace años.”


La iniciativa de propiciar tierras en comĂșn se articula con el anuncio de que reorganizan la autonomĂ­a zapatista. En #4, MoisĂ©s hace un sorpresivo anuncio: “despuĂ©s de un largo y profundo anĂĄlisis crĂ­tico y autocrĂ­tico, y de consultar a todos los pueblos zapatistas, se decidiĂł la desapariciĂłn de los Municipios AutĂłnomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) y las Juntas de Buen Gobierno.” En #9 el SupMoi explica que la base principal de “la nueva estructura de la autonomĂ­a zapatista” son las comunidades de base organizadas en gobiernos autĂłnomos locales (GAL). La descentralizaciĂłn es radical: “Si antes habĂ­a unas decenas de MAREZ, o sea de Municipios AutĂłnomos Rebeldes Zapatistas, ahora hay miles de GAL zapatistas.” Por tanto, “cada GAL controla sus recursos autĂłnomos organizativos (como escuelas y clĂ­nicas)” y –algo fundamental para trabajar la tierra en comĂșn—cada GAL controla “la relaciĂłn con pueblos hermanos no-zapatistas vecinos.”  


El paso es inspirador: proponen comunidad en vez de confrontaciĂłn con los pueblos hermanos no zapatistas. Lo comĂșn, este “viejo nuevo camino” se actualiza ofreciendo tierras recuperadas en el levantamiento de 1994 a grupos no zapatistas interesados en trabajar y defender la tierra. “Para que se pueda lograr esto, tiene que haber un acuerdo entre los pobladores sin importar si son partidistas o zapatistas.” (#20)


Es un paso impresionante. Como en el levantamiento de 1994 y la creaciĂłn de los caracoles en 2003, de nuevo los pueblos maya zapatistas desafĂ­an la historia de la “civilizaciĂłn”, es decir, siglos de explotaciĂłn, opresiĂłn, patriarcado y colonialidad. Se proponen, ni mĂĄs ni menos que poner de cabeza la pirĂĄmide social (#10). Y contra la sacrosanta propiedad privada, ofrecen --tan solo-- cultivar una vida en comĂșn: “Sobre esa propuesta [propiedad en comĂșn de la tierra] saldrĂĄn mĂĄs: de salud, de educaciĂłn, de justicia, de gobierno, de vida.” 


Es una invitación dirigida a pueblos originarios vecinos, pero no sólo a ellos.  La invitación se extiende más allá de las fronteras: “Unas hectáreas de esa No-Propiedad se va a proponer a los pueblos hermanos de otras geografías del mundo.” Contra sectarismos, un mundo donde quepan muchos mundos: 


“No importa si eres zapatista, partidista, catĂłlico, evangĂ©lico, presbiteriano, ateo, judĂ­o, musulmĂĄn, negro, blanco, oscuro, amarillo, rojo, mujer, hombre, otroa.”   


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 En conclusión, ser buena semilla


La audacia de las nuevas propuestas zapatistas se entiende mejor apuntando al futuro más allá de sexenios y caminos trillados. Marcos advierte: “Tal vez alguien de ustedes pueda valorar el sentido profundamente rebelde y subversivo de esto en lo que, para no variar, nos jugamos la existencia.” 


¿Y por qué lo hacen? No sólo para respetar su palabra y sus principios de mandar obedeciendo luchando por tod@s y no sólo por ell@s. También y quizås sobre todo como una tåctica para enfrentar la tempestad: 


“Y nosotros lo que hicimos fue, pues, proponer un camino para poder cruzar la tormenta y llegar con bien al otro lado. Y no hacer ese camino solos como zapatistas, sino que juntos como pueblos originarios que somos... Digamos que lo vemos necesario eso para poder enfrentar la tormenta.” (#20)


Los zapatistas no temen sobrevivir la tempestad sino perder su humanidad en el intento: 

“Podemos sobrevivir a la tormenta como comunidades zapatistas que somos. Pero ahora se trata no sĂłlo de eso, sino de atravesar Ă©sta y otras tormentas que vienen, atravesar la noche, y llegar a esa mañana, dentro de 120 años, donde una niña empieza a aprender que ser libre es tambiĂ©n ser responsable de esa libertad.” (#3)


Se interesan pues en abrir futuro mås que en definirlo: 


“No pretendemos heredar a las próximas generaciones una concepción del mundo. No heredarles nuestras miserias, nuestros rencores, nuestros dolores, nuestras fobias, ni nuestras filias. Tampoco que sean un espejo con una imagen más o menos aproximada de lo que supongamos bueno o malo. Lo que queremos es heredar vida.” (#12)  


A final de cuentas, su llamado es a ser buena semilla: Queremos ser la semilla de una futura raíz que no veremos... La vocación zapatista, si alguien nos apura a una definición lacónica, es entonces ®ser buena semilla®.” (#12) 

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© 2021 por Sofi Grivas

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