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Mujer mapuche Lavkenche. Testimonio sobre la participación de mujeres mapuche en la lucha

Publicado en Camino al Andar

17de abril de 2022

Por Mujer mapuche Lavkenche

Este testimonio contiene las reflexiones de una mujer militante del pueblo mapuche que vive dentro del Wallmapu, es decir del territorio que históricamente ha pertenecido al pueblo mapuche, en lo que es el sur de chile y argentina. Se refiere a la compleja situación de mujeres mapuche que participan de manera cotidiana en el weichan, en la lucha por la recuperación del territorio mapuche, en este caso del lado de Chile.


La lucha del pueblo mapuche contra la guerra en el Wallmapu data desde la llegada de los españoles y se agudiza durante la segunda mitad del siglo XIX, periodo en el que las fuerzas militares de los estados chilenos y argentinos inician una guerra armada de exterminio, que va de la mando con la desposesión territorial, y con otras políticas incluyendo internados para niñas y niños mapuche que tuvieron como finalidad alejar a las futuras generaciones de sus comunidades, de su lengua y conocimientos. En el caso de chile, está guerra resultó en una desposesión territorial del pueblo mapuche y en la migración masiva a las ciudades. De acuerdo al historiador José Bengoa, de las 10.000 millones de hectáreas, ahora el pueblo mapuche sólo tiene acceso a 500.000 hectáreas, tan sólo el 5% de su territorio original.


La lucha mapuche contra está prolongada guerra tiene su expresión más reciente en el periodo posterior a la dictadura de Pinochet (1973 – 1990), cuando se inician procesos organizativos de acción directa enfocados en la recuperación de tierras y en el sabotaje contra las empresas privadas, en particular las madereras, que operan en el Wallmapu. Las respuestas del estado Chileno han sido múltiples, incluyendo el asesinato de integrantes del pueblo mapuche y el uso de la Ley Antiterrorista contra dirigentes y otros militantes mapuche, que actualmente son presos políticos.


Fotografía: Migrar Photo


Mujer mapuche Lavkenche

Testimonio sobre la participación de mujeres mapache en la lucha por el territorio


Es muy complejo desde el mundo mapuche, desde las mujeres del mundo mapuche, desde las mujeres del weichan, desde la lucha directa del mundo mapache, hablar acerca de nuestra posición y rol al interior del weichan (palabra en mapudungún que se refiere a la lucha sostenida por el territorio). No tengo un recuerdo que en algún momento se haya hecho, ni de forma formal, ni tampoco desde lo informal.


Creo que en algunos momentos lo hemos conversado de manera muy liviana, al calor del fuego, pero nunca ha sido un tema de conversación político, ni social, ni cultural, ni mucho menos un tema relevante en la lucha pese a que claramente nosotras las lamuen (las mujeres) tenemos una opinión respecto a la situación territorial, también tenemos una opinión con respecto a nuestro rol al interior de una lucha histórica del pueblo mapauche y también de la lucha actual, pero nunca, nunca, no recuerdo que eso se haya realizado en alguna comunidad, en alguno de los territorios en los que me ha tocado caminar como parte de los procesos de recuperación del weichan, no recuerdo, en mis veinte años de militante. Y reflexionando un poco me hace pensar, pienso que los avances como lamuen al interior del weichen han sido muy pocos, incluso lo que podríamos llegar a reflexionar de forma silenciosa. Nuestras opiniones, si bien las podemos pronunciar en reuniones, no siempre tienen la incidencia que quisiéramos esperar. El sentir de muchas lamuen, hay una sensación de que muchos errores se cometen por no escuchar precisamente las opiniones que tenemos acerca de la situación real del territorio o de como se manejan los temas político, sociales y culturales con respecto a la situación de como vivimos las mujeres en el weichan, o de la lucha.


Hablar de avances, en algunos territorios del weichan hay mujeres que han logrado, no se si mayor incidencia en las decisiones que se toman, pero sí hemos logrado que se escuche nuestra opinión. No se si de nuestras opiniones o de lo que nosotras pensamos se tomen algunas decisiones, nosotras como mujeres del weichan, no creo que hemos logrado eso aún. Nuestra colaboración es mas bien logística. Nuestro trabajo principal siempre ha sido preocuparnos por la situación de las presos políticos mapuche que se encuentran actualmente e históricamente al interior de las cárceles chilenas. También ha sido nuestra labor levantar los nguillatunes para que nuestra gente pueda tener también una conexión directa con lo espiritual, que es lo que se defiende, que es el trofill mongen. Nuestras preocupación por la huerta, los animales, por la crianza de los hijos, es algo más logístico que también tiene que ver con la inteligencia de como se opera en el lugar, pero es muy silencioso. Nosotras no tomamos decisiones reales con respecto a la situación territorial o como se maneja la situaciones territorial o como se maneja la situación respecto a lo político judicial, todo eso se dirige todavía y está direccionadas desde el mundo de los hombres.


No tengo el recuerdo de una mujer en todo el territorio mapuche, por lo menos en está zona del territorio mapuche, no del Argentina, sino de la zona desde la cordillera hasta acá, de una mujer que su trabajo político haya tenido mayor incidencia en lo que se refiere al weichan. No conozco hasta el día de hoy de una mujer del mundo más armado del weichan.


Nosotras tenemos una responsabilidad mas logística con respecto al weichan. Tenemos una opinión respecto a los problemas, los avances, pero eso nunca no ha sido público, nosotras nunca hemos dado nuestra opinión en forma pública, eso a pesar de que tenemos una opinión sobre lo público. Tenemos una opinión sobre lo que pasa con nosotros, lo que pasa en nuestro territorio, los abusos que hay también a lo interno, de los abusos que hay del estado hacia las mujeres mapuche, también una opinión de los abusos de la policía y la represión hacia las mujeres mapuche.


Pero jamás en los veinte años que llevo de militante nunca he escuchado un pronunciamiento de las lamuen. Creo que las veces que se han hecho, que han sido muy pocas, lo han hecho las mujeres mapuche de ciudad. Y como son de ciudad, siempre hay descalificación desde el mundo del campo que estas mujeres no viven, ni comprenden nuestra realidad dentro de las comunidades. Es más bien una mirada un poco asistencialista y desde otra plataforma respecto a como vivimos nosotras la realidad que vivimos en el día al día dentro de los procesos más radicales del weichan.


Pero mi primera impresión al pensar, por ejemplo, de dar un testimonio acerca de nuestra situación pienso que nunca lo hemos dado, ni siquiera dentro de nuestro propio territorio, no nos hemos convocado para poder conversar acerca de lo que nosotras pensamos con respecto a nuestras dificultades y nuestros avances. Creo que es una deuda grande que tenemos con nosotras mismas.


Hemos postergado por muchos años nuestra postura política y nuestras ganas de tomar decisiones respecto a lo que pasa en nuestros territorios por llevar adelante los procesos que son de mucha dificultad. Claro a veces uno posterga, a nosotras, a nuestros hijos, a nuestras hijas, a nuestras casa igual, porque hay una preocupación constante de la situación de los presos políticos mapuche que ha habido durante muchos años. Tenemos cerca de 60 presos políticos mapuche. Las cabezas que están en directa comunicación con los presos, esas voces no son femeninas, hay muy pocas mujeres que están llevando adelante esos procesos. Y por lo general esas mujeres no hablan, ni toman ninguna atribución sin antes hablarle a los hombres de la comunidad. Entonces es muy difícil de verdad dar nuestro testimonio como mujeres del weichan porque en realidad nunca lo hemos hecho, es un ejercicio que nunca hemos hecho.


Ahora yo en lo particular hay un temor desde el mundo de las mujeres al plantear ciertos temas respecto a la situación en nuestras comunidades con los hombres en las comunidades. No hemos logrado nosotras hablar o conversar sin tener ese temor a ser criticadas o a quedar en ridículo en realidad, que nuestros pensamientos no sea bien recibido. Porque muchas de nosotras, por ejemplo, yo tengo hasta séptimo año básico, yo no tengo mayores cantidades de estudios. Mi experiencia dentro del territorio es lo que yo vivo en el día a día.


Ese día a día es muy difícil. Tengo tres hijos. Es muy difícil complementar la vida de mamá y también la vida de mujer de lucha, preocuparse de los hijos, preocuparse de los presos, preocuparse del territorio, preocuparse de levantar una ceremonia, de nutrir el tema espiritual todos los días. De comprender igual porqué se este llevando a cabo la lucha todos los días. Es muy difícil sostenerse frente a la represión de la policía [chilena] que existe hacia las mujeres desde hace años y en la actualidad esa represión sigue siendo muy brutal.


Hay muchos actos de misoginia y de maltrato por parte de los mismos hombres mapuche de las comunidades hacia las lamuen y hacia los niños también.


No hemos logrado como movimiento mas radical ni siquiera poder tocar estos temas y conversarlos, y si se ha hecho ha sido más a escondidas de los hombres de nuestra comunidad. No es algo público como para conversar. Nosotras dentro del movimiento mapuche no lo hemos logrado. Hay lamuen que son valientes, se atreven a decir las cosas y plantean su postura pero no tienen mayor incidencia en las decisiones que se toman y finalmente no son escuchadas porque las decisiones más duras las toman los hombres. Las decisiones política, social y cultural de nuestra gente las siguen tomando los hombres de nuestra comunidad. Y eso es una deuda muy grande con nosotras, muy grande.


Creo que también tiene que ver que tampoco hemos tenido la posibilidad de tener vínculos con otras mujeres de otros pueblos que ya hayan pasado por estos procesos y que hayamos podido conversar y decir, mira esto nos pasó a nosotras, y decir, esto les está pasando a ustedes. Es muy difícil hablar del rol de las mujeres, es un rol logístico, no tenemos incidencia política, ni social. Todavía es muy difícil hablar de nuestra postura desde las mujeres mapuche del weichan.


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