Publicado en Camino al Andar
26 de septiembre de 2021
Por Pozol Colectivo
Viena 24 de Septiembre. Veinte mil personas han tomado hoy las calles de la capital austríaca para exigir un cambio urgente ante los cambios climáticos. En el medio de la multitud, caminó media centena de zapatistas y otros pueblos originarios de México, presentes a través de las delegaciones del Congreso Nacional Indígena y de la Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua.
La manifestación salió sobre las 13h de Praterstern y recorrió las anchas avenidas de Viena en un trayecto de 4km lleno de consignas en inglés y alemán exigiendo justicia climática, acciones urgentes para combatir el calentamiento global, un cambio de sistema y en apoyo a la resistencia en Lobau, en las afueras de la ciudad, en contra la construcción de una autopista en su más importante reserva natural. Terminó en el parlamento austriaco, donde los últimos manifestantes llegaron ya dos horas y media después del inicio de la marcha.
Después de las intervenciones de la organización y de la actuación de un grupo musical, subieron al escenario dos compañeras que hicieron resonar el mensaje de los pueblos indígenas de México a millares de personas, en frente al majestoso balcón desde donde Hitler hizo su discurso en 1938, consumando la anexión de este territorio a la Alemania Nazi. El discurso de las dos compañeras fue aplaudido por centenas de millares de personas.
Primero habló Libertad, una compañera zapatista, que contó la historia de una mujer. «No importa el color de la piel, porque tiene todos los colores. No importa su idioma, porque escucha todas las lenguas. No importa su raza y su cultura, porque en ella habitan todos los modos. No importa su tamaño porque es grande y, sin embargo, cabe en una mano. Todos los días y a todas horas, esa mujer es violentada, golpeada, herida, violada, burlada, despreciada. Un macho ejerce sobre ella su poder, todos los días y a todas horas. Ella viene a nosotras, nosotros, nosotroas, nos muestra sus heridas, sus dolores, sus penas, y solo le damos palabras de consuelo, de lástima, o la ignoramos. Talvez, como limosna, le damos algo para que cure sus heridas, pero el macho sigue su violencia.
Nosotras y ustedes sabemos en qué termina eso. Ella será asesinada y con su muerta, morirá todo. Podemos seguir dándole solo palabras de aliento y medicina para sus males. O podemos decirle la verdad: la única medicina que puede curarla y sanarla por completo es que enfrente y destruya a quien la violenta. Y podemos también, en consecuencia, unirnos a ella y pelear a su lado.
A esa mujer, nosotras, pueblos zapatistas, la llamamos “Madre Tierra”. Al macho que la oprime y la humilla, pónganle el nombre, el rostro y la figura que ustedes quieran. Nosotros, los pueblos zapatistas, llamamos a ese macho asesino con un nombre: capitalismo.
Y hemos llegado a esta geografía para preguntarles: ¿Vamos a seguir pensando que con pomadas y calmantes se solucionan los golpes de hoy, aun que sabemos que mañana será mas grande y profunda la herida? ¿O vamos a pelear juntos con ella?
Nosotros, las comunidades zapatistas, hemos decidimos luchar junto a ella, por ella y para ella.”
Libertad termina la intervención entre aplausos y gritos de “Ah, Anti, Anticapitalistas”. Es, entonces, la vez de Isabel, una mujer otomí del Congreso Nacional Indígena, que toma la palabra, primero en otomí y luego en castellano:
“Hoy estamos viendo que los que vivimos en la ciudad no tenemos derecho a ella y los que estamos en nuestros pueblos nos despojan. Tenemos ahí muchas empresas que nos vienen engañando que es progreso. Tenemos a la termoeléctrica, al tren maya, parques eólicos, los padres de Ayotzinapa, y agroquímicos que aquí en países desarrollados ya no los venden y los llevan a nuestros pueblos para matarnos a todas y a todos.
Hoy estamos aquí todos los pueblos, del otro lado del mundo, para caminar juntas y juntos. Por eso nosotros, como Consejo Indígena del Gobierno, estamos caminando junto con nuestras hermanas y hermanos zapatistas. Esta es una Gira por la Vida porque, si se acaba la Madre Tierra, si la matamos entre todas y entre todos, vamos a acabar junto con ella, vamos a morir junto con ella. Y desde aquí les decimos, al capitalismo y al patriarcado, que lo único que queremos es nuestra autonomía, nuestros pueblos, nuestras aguas libres de contaminación (…) No queremos más capitalismo, no queremos más empresas. ¡Y también les decimos que no olvidamos, no claudicamos y hasta la victoria… Zapata vive!” Y la multitud contesta: “¡La lucha sigue!”.
Texto: Guillotina info
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