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Nuestra lucha por la vida y el empeño del Estado por desarticular al movimiento popular en Guerrero

22 de diciembre de 2023



AL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL

AL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA

AL CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO

A LOS FIRMANTES DE UNA DECLARACIÓN POR LA VIDA

A LAS REDES DE REBELDÍA Y RESISTENCIA

A LA SEXTA NACIONAL E INTERNACIONAL

A LOS COLECTIVOS QUE INTEGRAN LA MISIÓN CIVIL DE OBSERVACIÓN SEXTA

A LOS PUEBLOS DE GUERRERO


Hermanos, hermanas de los pueblos de Guerrero, de México y del mundo: nosotras y nosotros, quienes formamos parte del Concejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata (CIPOG-EZ), desde hace al menos 9 años, hemos sufrido la violencia de los grupos narco-paramilitares que se despliegan por todo el territorio nacional. Grupos delincuenciales que forman parte de una estructura criminal, de muerte, conformada por presidentes municipales, gobernadores, gobernadoras, policías estatales, municipales, fiscalías, presidentes, todos estos controlados por capitalistas que para crecer sus riquezas, quieren controlar nuestros territorios, por eso les estorbamos y por eso nos matan.


De la misma forma que nos atacan a nosotros, nosotras, también la guerra se despliega contra todos los pueblos de México; los objetivos en esta guerra, no son los grupos delincuenciales, sino organizaciones sociales, populares, estudiantiles, campesinas, magisteriales, que se organizan para demandar tierra, libertad, justicia, democracia, alimentación, salud, educación, trabajo, autonomía, libertad.


Por eso los grupos narco-paramilitares operan con total impunidad, pues nuestras demandas, son afrentas contra quienes nos quieren tener callados, obedientes, sumisos. Mientras tanto, los grupos delincuenciales se fortalecen, no son desarticulados, pues operan bajo el cobijo del Estado y son financiados por el Estado; por eso los llamamos narco-paramilitares, pues asesinan, emboscan, secuestran e infiltran a objetivos en la mira del Estado. Por eso decimos con mucha claridad que cada asesinato, cada muerte en Guerrero y en México, es responsabilidad del Estado.


Uno de los ejemplos más claros es el de la UPOEG, organización que nace con demandas justas y como un esfuerzo honesto de hombres y mujeres; sin embargo, el Estado en su empeño por desarticular al movimiento social, golpeó a ésta organización, no escuchó sus demandas, al contrario la infiltró y permitió que fuera infiltrada por los grupos narco-paramilitares y delincuenciales, por miembros de la misma estructura a la que pertenece el Estado. Al final, los malos gobiernos denuncian la infiltración, encarcelan y desarticulan a la UPOEG, invisibilizan sus demandas primeras y se sientan a mirar, triunfalmente, como las organizaciones sociales desaparecen. Entonces, cada asesinado de la UPOEG, fue responsabilidad del Estado, el asesinato de Bruno Plácido es responsabilidad del Estado, pues el Estado mismo infiltró, miró la infiltración, generó la discordia y la división interna y finalmente se sienta a mirar cómo se destruyen las organizaciones populares y pretende mandar el mensaje a la población de que no deben existir organizaciones populares, pretende reafirmar que lo único que se necesita es al Estado.


Pero nosotros y nosotras, tal cómo otros pueblos de Guerrero y de México, le decimos al Estado que existimos organizaciones que no nos vendemos, no nos rendimos y no claudicamos. Nosotras y nosotros nos deslindamos totalmente de cualquier vínculo y relación con la UPOEG, no estuvimos de acuerdo en muchas de sus formas de operar, mucho menos en que aceptara la intervención del Estado en su organización, como imponer a la UPOEG la credencialización para decir quiénes son los “comunitarios buenos” y los “comunitarios malos”; también vimos como una parte de la UPOEG fue actuando sin escuchar a la asamblea y haciendo acuerdos contrarios a la organización y a los pueblos; vimos como a compañeros que impulsaban los procesos asamblearios, organizativos, comunitarios, como Bruno Plácido y otros más, se les dejó de escuchar, para dar paso a las voces de quienes ofrecían migajas.


Nosotras y nosotros, nunca aceptaremos que los malos gobiernos nos digan cómo tenemos que existir, cómo tenemos que pensar, pues sabemos que el Estado, que los malos gobiernos, están aliados con quienes nos matan, por eso no creemos en ellos; por eso a pesar de tanta muerte y destrucción, nuestro paso como CIPOG-EZ ha sido consecuente, congruente, nuestra lucha ha sido por la vida, por autonomía, por salud, educación, por la seguridad de nuestras comunidades, por el futuro para nuestras familias, para nuestros hijos, hijas, por el pueblo y con el pueblo; nuestro paso se acompaña del paso de los pueblos originarios de México, articulados en el Congreso Nacional Indígena. Así seguiremos caminando. Con los pueblos que luchan por la vida, con quienes no se venden ni claudican.


Por eso llamamos a los pueblos Ñu savii, Me´phaa, Nahuas, Ñomdaá Afromexicanos y Mestizos a articularnos, a mantener la lucha por la vida, a no rendirse, a seguir construyendo, con dignidad, resistencia y rebeldía, el mundo que queremos para nuestros pueblos.


ATENTAMENTE:

CONCEJO INDÍGENA Y POPULAR DE GUERRERO EMILIANO ZAPATA

COORDINADORA REGIONAL DE AUTORIDADES COMUNITARIAS P. C. PUEBLOS FUNDADORES.



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