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RUA - Palabras para la Acción Global contra la militarización y la guerra capitalista y patriarcal

Publicado en Camino al Andar

16 de octubre de 2022

Por Red Universitaria Anticapitalista

En primer lugar, queremos agradecer al Congreso Nacional Indígena - Concejo Indígena de Gobierno el que hoy, en el día de la Resistencia afro, indígena y popular, lo conmemore dando voz a otras luchas que también estamos contra la guerra que se intensifica en nuestro país y en todo el mundo. Son los pueblos originarios que resisten los que conocen bien la guerra, los que la han resistido durante 530 años, y los que, en ese proceso de resistencia, nos han propuesto modos de vida distintos, más solidarios, más dignos. Gracias compas porque hoy, con su andar, con su escucha y con su palabra, son referente nuestro para luchar contra la militarización y la guerra capitalista y patriarcal.


No es casualidad que sea yo quien ocupa este micrófono hoy. No importa mi nombre ni mi rostro. Importa que soy mujer, como Lesvy Berlín Osorio Rivera, como Campira Lisandra Camorlinga Alanís y como las 13 mujeres que son víctimas de feminicidio día con día. Soy mujer, como Ernestina Asencio, quien fuera violada y asesinada por militares.


Importa también que soy estudiante, como los estudiantes masacrados el 2 de octubre de 1968 por fuerzas del ejército, como los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos también con participación del ejército, o como Jorge y Javier, estudiantes de Monterrey también asesinados por el ejército.


Importa que soy joven, como les miles de jóvenes que, ante la falta de empleo, de educación, de oportunidades dignas de vida son reclutados por el crimen organizado.

Quienes hoy somos jóvenes, hemos pasado más de la mitad de nuestras vidas en guerra, una guerra que no pedimos, que no queremos, que padecemos. Nosotros, nosotras, nosotres lo decimos fuerte y claro: No nacimos para la guerra.


Quienes hoy gobiernan este país, o, mejor dicho, quienes hoy intentan administrar la barbarie en México, repiten la misma estrategia militarista de los gobiernos pasados. Nos dicen que esta vez será diferente, pero ni siquiera se han atrevido a garantizar justicia, memoria, verdad, reparación del daño y garantía de no repetición para los crímenes del pasado. Peor aún, hoy las fuerzas armadas y la guardia nacional siguen cometiendo crímenes, violando derechos humanos, siguen haciendo o dejan hacer a otros la guerra, como a los grupos paramilitares y narcoparamilitares que hoy atacan a las comunidades zapatistas.


Son esos mismos militares de Acteal, de Aguas Blancas, de Tlatlaya, de Ayotzinapa los que hoy, dicen, nos cuidaran.


Y como yo, también hoy son miles de jóvenes y estudiantes los que desde sus escuelas se organizan, luchan por mejores condiciones para estudiar, por transporte digno y accesible, por escuelas seguras, libres de violencia patriarcal. Son jóvenes hombres, mujeres y otroas los que hoy levantan la consigna de “más presupuesto a las escuelas no a la SEDENA”. Son los, las, les estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la Universidad Autónoma Metropolitana. Son las estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro que hoy toman sus escuelas para denunciar y exigir alto a la violencia patriarcal. Son las y los estudiantes normalistas los que defienden sus escuelas, exigen mayor presupuesto y se movilizan por verdad y justicia para sus compañeres. Hoy nos llena de emoción saber que la alegre rebeldía de las, los y les estudiantes vuelve a resonar en este país tan lastimado.


Y mientras en las calles, en los pueblos, en las escuelas y en muchos lugares nos organizamos para resistir, arriba, los malos gobiernos se siguen preparando para la guerra, y hasta mandan a comprar bombas lacrimógenas para reprimir marchas como esta; o invierten millones de pesos en equipos de espionaje que hoy disfrazan bajo el eufemismo de “inteligencia”.


Hoy lo decimos claro: no olvidamos y no perdonamos las violaciones de derechos humanos en manos de militares. No olvidamos y no perdonamos el terrorismo de Estado. No olvidamos y no perdonamos las más de 100,000 personas desapariciones, los 13 feminicidios diarios, los asesinatos de las disidencias sexo genéricas. No olvidamos y luchamos por la libertad de las y los presos políticos. No olvidamos, no perdonamos y exigimos alto a la guerra contra las comunidades zapatistas, contra los pueblos indígenas y contra el pueblo de México.


No han tenido y no tendrán la comodidad de nuestro silencio.

¡Alto a la militarización del país! ¡Alto ya a esta guerra capitalista y patriarcal! ¡Vivan los pueblos y organizaciones que resisten!

Red Universitaria Anticapitalista.


Fotorreportaje por:

Inés Durán Matute, Carolina Cid, Carlina Díaz y Francisco Lion



























































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